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El vaivén de la bolsa

El vaivén de la bolsa

(mayo de 2006; a propósito de una iniciativa de los comerciantes del centro histórico de Teruel)

Un paseo al anochecer nos da la razón. La bolsa de basura es parte de nuestra vida, aunque sea reciclada del supermercado y nada evite el chorrillo de líquido que nos delatará. Y estoy convencido del asombro que nos causa la capacidad de producir basura de la vida actual. Nadie duda a estas alturas: esto es un problema, y puede ser que todavía nos esté resultando barato. Cada vez que salen a la luz estadísticas sobre los kilos de basura por habitante y año (ojo con la estadística, yo le tengo pánico), el comentario es inevitable. Hasta se mide el índice de riqueza de un país por la basura que genera.Todos tendremos que colaborar. Los fabricantes, facilitando envoltorios más sencillos y prácticos, que no supongan llenar el cubo de la basura a nada que abramos un par de paquetes de cualquier cosa. Los poderes públicos facilitando la educación ambiental necesaria (ya se hace) y estableciendo el orden y concierto de la recogida de basuras, lo más selectiva posible (también se va haciendo), de manera que se aproveche lo que se pueda, hasta el agotamiento si es preciso.En Teruel, por lo visto, vamos mejorando. Se recicla vidrio por encima de la media nacional (lo leo en una estadística), se recoge papel con frecuencia y se dice que en breve se dispondrá de contenedores para envases.  No está mal. Todos parece que vamos a una. La asociación de comerciantes del centro histórico ha tenido una iniciativa cuando menos singular. Un par de agentes (de bolsa, ya me perdonarán la broma) han ido animando al ciudadano del Teruel viejo a respetar los puntos de recogida de basuras. Con gracia, indicaban dónde estaban los contenedores soterrados y demás, de manera que se evitara el espectáculo lamentable de bolsas en los portales, a la espera del trabajo paciente de los servicios de limpieza municipales, que por culpa de esta dispersión en pequeños puntos ven obstaculizada su labor. Muy bien. Todos saldremos ganando.La iniciativa contribuye a crear un movimiento positivo y educativo pese a que habría sido más sencillo poner policías locales al acecho y multar al infractor.  La publicación del croquis del centro histórico señalando los lugares culpables no ha pasado inadvertida, y menos para los vecinos. Y voy a ejercer mi derecho de réplica, porque la información salpica a todos, que todos utilizamos la bolsa y nos podemos dar por aludidos.Los contenedores soterrados sólo admiten (calle del Pozo, calle Padre Tomás Lozano, por ejemplo) basura orgánica. Queda lejos el contenedor de vidrio y el de cartón.  La boca de los contenedores soterrados es pequeña, y donde hay centros oficiales (Plaza del Ayuntamiento, calle de Las Murallas), las macro bolsas negras y cajas se quedan a la intemperie. Hay comercios (desconozco si pertenecen a la asociación) que dejan basura en su puerta (expositores en desuso y cajas con nombres comerciales del ramo les delatan). Con frecuencia los contenedores están sucios, y según el tipo de negocio cercano, el olor es molesto…Todos, pues, habremos de colaborar, no se trata sólo de señalar. También se trata de tomar medidas, cada uno según su situación. Y de momento, a pasear hasta el contenedor más próximo, que por fin ha venido el buen tiempo.

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