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alcabor

A ras, a ras

A ras, a ras

(Lunes de Vaquilla. Teruel) 

Espero, cosas del cierre del Diario, que hayas encontrado el alcabor sin grandes quebrantos, hoy lunes, cuando seguro que lo ocupa casi todo la negociación de Zapatero con la Eta, la rebelión de los alcaldes de Albarracín, el recuerdo de la inauguración de la Glorieta, la entrada al parquin y los ecos del Mundial, si es que todavía nos acordamos hoy de que España participó en el campeonato. El caso es que llegaban al alcabor a lo largo de esta semana de calores los gritos, a por ellos, oé, a por ellos oé, mientras escuchaba en un programa de radio el himno apócrifo del mundial de fútbol… a ver qué nos hacen estos, a ver qué nos hacen estos - no sé si lo habrás escuchado alguna tarde o lo habrás encontrado en internet… y pensaba lo fácil que sería ahora decir que ya lo sabía, apuntarme al caballo ganador de la opinión mayoritaria, cuando hace unos días sólo me llamaron cenizo. En fin, cosas del deporte.

Me acordaba también de Carlos Sainz y el final de su carrera deportiva… a ras, a ras, y catacrac, veíamos desde la posición privilegiada de la mini cámara instalada en el salpicadero del coche el choque, el vuelco o el atropello de una vaca que sacaba al deportista de la carrera, cuando no era el coche el que se venía abajo al rompérsele el balandrio del nivelador colateral de la vareta del prufuncio barimétrico.

Ya ves, todos estos pensamientos provoca el alcabor con estos calores, será la falta de ventanas, por tratarse del lugar más cálido de la casa, tal vez pensado para el invierno, pero no hay nada que no puedan remediar un par de ventanas abiertas en el pasillo y la buena corriente de alguna estrechez del Teruel viejo. Y si no, un paseo a ver las lucecicas del suelo de la Plaza del Torico. A ras, a ras de suelo nos han puesto unos metros cuadrados para que sean la física, la termodinámica y la mecánica de fluidos de la Vaquilla las que decidan si el pavimento conviene o no. A ras, a ras. Ellas decidirán, pero no encuentro un buzón en el que pueda depositar mi opinión. Ojo, algo tendremos que decir. También si usas zapatos de tacón. Que a ras, a ras, a Carlos Sainz siempre se le complicaba el balandrio del nivelador. El calor del alcabor, seguro.

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